Cuando he oído sus discursos dentro y fuera de Venezuela, me surge esta inquietud: ¿está tratando de exportar/vender su revolución? ¿Acaso su discurso genera regalías? ¿quién se beneficia, él o el estado venezolano? No lo sé, es difícil saberlo, porque la política tiene rato que cayó en las manos de los publicistas, que andan probando estrategias de mercadeo en este mercado, el mercado político, digo, que según es "el pueblo". El que es o se presenta como "producto" hacia un "target" es el pueblo donde quiera que es†é.
Y no es sólo él, no digo ni alimento más su figura, aunque es la que más me afecta. Digamos que es la neo-revolución latinoamericana. Estemos claros, este tema es algo viejo. ¡Viejo! si Fidel, el más revolucionario, se está muriendo, si no es que ya murió. Y el comunismo se cayó con el muro de Berlín. El comunismo fue en Europa y en Asia, lo que las dictaduras en Latinoamérica en los años 20's, 50's y 70's.
Estemos claros, la estatua de Lenin la tumbó el pueblo en el momento que pudieron.
En Venezuela, con los adecos se vivía mejor que con los copeyanos, porque al final si bien eran lo mismo, los adecos repartían y compartían la riqueza. Hay un dicho que dice: adeco es adeco hasta que se convierte y, el copeyano es como la guanabana: verde por fuera y blanco por dentro. O, sea, quiere esto decir, que el adequismo es un virus que muta rápidamente para sobrevivir, como el síndrome de inmonudeficiencia adquirida Mi teoría, como decía mi ex-esposo Eli Bravo que eran la teorías de la Dra. Colmenares, en tono de burla, porque él nunca creyó ni creerá, Adeco es adeco hasta que muta, para sobrevivir, digo yo, no él. El adequismo se transformó en chavismo y Bethancourt transmutó en Chávez en 1992. Y no me jodan los chavistas, que si no es así, entonces, ¡son copeyanos! ¡Ná guará!
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